ESPECIAL PROEXPLO 2023

16 Palabras Enrique Barrantes Muchos sentimientos e ideas invaden mi ser en este momento muy difícil de expresar en pocas palabras y en unos cuantos minutos. Me viene a la mente el recuerdo de hace apenas 71 años desde que egrese, en 1952, de la Escuela de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cinco años antes habíamos ingresado 17 entusiastas jóvenes con la ambición de llegar a ser geólogos, y terminamos la carrera solo ocho. Cinco de nosotros se fueron a trabajar a las petroleras: en esa época estaban activas la International Petroleum en Talara, la Petrolera Fiscal en Zorritos, y una alemana en la Selva y tres nos fuimos a la Cerro de Pasco Copper Co. y la Northern Perú, ambas de capitales norteamericanos. Yo me fui a la Northern, una subsidiaria de Asarco, y comencé en la mina Quiruvilca como Geólogo Junior. Allí me enseñó mapeo geológico de detalle Víctor Hollister y se hizo el primer mapa geológico 1:1000, del distrito de Quiruvilca, que ejecutamos con teodolito, brújula y huincha. Durante mi carrera he conocido y trabajado junto a muchos geólogos notables, como el mencionada Hollister, descubridor de Michiquillay en 1956; Kenyon Richards, notable geólogo explorador que me enseñó mucho sobre pórfidos de cobre y, sobre todo, a reconocer limonitas; Chris Pointon, extraordinario geólogo de campo y amigo, y mi finado amigo Alex Ascencios, con quien tuve acaloradas discusiones de geología y muchos otros amigos que sería muy largo de enumerar. En los últimos años he regalado mis libros y archivos a jóvenes amigos geólogos, a mis nietos mi vieja Brunton, huincha, altímetro y otras cosas

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