ESPECIAL PROEXPLO 2023

69 en nueve países. El incremento de la producción de los últimos años responde estrictamente al incremento de la demanda de vehículos eléctricos. En lo que respecta a uranio, la demanda por este elemento es equivalente a la producción actual; pero para el 2035 se estima que la demanda se duplicará; por ello, se torna imperativo ubicar mayores fuentes de este metal, probablemente en Kazakistán. Otra fuente aprovechable de uranio son las aguas de los yacimientos tipo pórfidos de Cu-Mo, por ejemplo, en Chuquicamata, Bingham Canyon, cuyas aguas son ricas en uranio (aluminio, cobre y hierro). Otra fuente son los relaves de las minas que presentan valores anómalos de uranio. De acuerdo con el Club de Roma (1952), el cobre se agotará en 27 años. En los diversos países, se observan diferencias en cuanto al consumo anual por persona de este metal. Así, en EE.UU. por ejemplo, la demanda es de 7.2 kg por persona; mientras que en China el consumo anual por persona es de 1.4 kg de cobre. Si bien la producción actual de cobre es de 22 millones de toneladas, se estima que para el 2030 se necesitará una producción de 30 millones, cifra que equivale a 5 veces la producción actual de La Escondida. La demanda por cobre para generación de energía verde es: energía solar (5.5 Tn de Cu por MW); turbinas de viento (600 kg por MW). Así, en cuatro años vamos a necesitar 950 000 toneladas de cobre, es decir, casi un millón de toneladas. El 87 % del cobre mundial se produce en solo el 13 % del total de minas en el mundo. Las mayores minas productoras de este metal se encuentran en Chile (6), Perú (3), Indonesia (1) y México (1). ¿Qué perspectivas hay en prospectos ya conocidos? En el corto plazo hay que impulsar alternativas de búsqueda de otras fuentes de metales. A pesar de que hay experiencias de exploración exitosas, los prospectos presentan serios desafíos, como la presencia de conflictos socio-ambientales. Se debe poner en práctica la recuperación de “elementos críticos” a partir de relaves, desmontes de baja ley, cenizas de carbón, tierras raras, cobalto en pirita, pirrotita, níquel en pirita, olivino, sistemas máficos, uranio en fosfatos, desmontes y recursos de baja ley. En GlobeMiami, Arizona, por ejemplo, se está recuperando Cu de las aguas meteóricas de los relaves. Finalmente, considero oportuno destacar las siguientes observaciones:  La necesidad de “elementos críticos” está dirigida, realmente, a satisfacer metas para transición hacia un “mundo verde”.  Todo elemento crítico tiene su base en proyecciones de demanda y producción.  La lista de elementos críticos varía entre país y país; pero queda claro que hay que explorar y producir cualesquiera de esos elementos bajo los conceptos de sostenibilidad y el mantenimiento de los estándares de vida.  EL cobre es nuestro elemento verde por antonomasia.

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