El Ing. Geólogo Sebastián Benavides Kolind-Hansen, integrante de la Comisión Organizadora de proExplo 2021, evalúa la trascendencia del próximo evento del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) que se realizará del 22 al 26 de marzo de 2020. Además, resalta la necesidad del país por trabajar más en la exploración minera.

 

¿Cuáles son los objetivos del XII Congreso de Prospectores y Exploradores (proEXPLO 2021) y cuál será la contribución para la minería peruana?

Primero, se debe tener presente que la minería peruana tiene un potencial para tener una posición privilegiada y que como país podemos proveer al mundo de los minerales que se necesitarán, no solo hoy sino dentro de 20 años, cuando recaigamos en una dependencia más grande de baterías para carros eléctricos, de cobre para cableados de sistemas eléctricos o de los distintos metales que van en los paneles solares, entre muchos otros elementos. En ese contexto, la exploración es necesaria para pensar en lo que se necesitará dentro de esos años y explorarlo hoy, porque eso es lo que toma llevar un proyecto hacia mina, y asegurarnos que en 20 años sigamos siendo un país minero competitivo.

Sobre el Congreso proExplo 2021 –evento que se realizará del 22 al 26 de marzo de 2021– su principal objetivo y su contribución son generar un espacio donde se pueda compartir y discutir los últimos avances de distintos proyectos en exploración minera en el Perú y en la región en general; así como importancia de la innovación científica.

De igual manera se buscará ayudar a gestar ideas que nos puedan llevar a estar mejor posicionados como industria minera en el futuro. Lo que invertimos hoy es lo que lo podremos tener el día de mañana y el proExplo es un espacio que ayudará a contribuir a esta visión de sacar el mayor provecho a esta situación y llevar adelante todos los proyectos que tenemos en cartera.

Asimismo, esta edición pondrá énfasis en una correcta y factible transición de un proyecto de exploración hacia una mina, que es algo que no se habla mucho en la actividad de exploración.

También vamos a profundizar en el rol que juega nuestro país en proveer al mundo de minerales –ya sean de minería metálica y no metálica– hacia un futuro sostenible, donde se utilice menos energías fósiles y se promueva recursos más amigables con el medio ambiente.

¿Qué opinión le merece lo expresado por el ministro Miguel Incháustegui en el Congreso de Competitividad Minera y Sostenibilidad Social, acerca de que su gestión se enfocará en promocionar la exploración minera?

Estoy totalmente de acuerdo de que la exploración es el punto en el que tenemos que poner mayor énfasis como industria minera.

La realidad es que, de acuerdo con el último Estamin, la inversión en minería peruana creció en 25% entre el 2018 y 2019; sin embargo, la inversión en exploración bajó 13%. Esto es porque la exploración en sí es una actividad de alto riesgo, las empresas invierten sin saber si lograrán un retorno o no. En lo científico, el riesgo de esa inversión en distintos países es el mismo; mas no la parte jurisdiccional. Es por esto que la exploración es particularmente susceptible a el riesgo adicional que cada país representa.

Las estadísticas muestran que en el Perú, hoy, las empresas están dispuestas a invertir más en proyectos avanzados, con un nivel de mayor seguridad –a pesar de que haya algo de riesgo político o jurisdiccional– pero claramente en exploración greenfields hay cada vez menos inversión, ya que representamos un riesgo mayor que otros países a donde las empresas extranjeras podrían llevar su capital.

Uno de los principales detractores a nuestra competitividad como país minero, son las demoras en permisos y procesos burocráticos. Además, en muchos casos que empresas han hecho bien su trabajo y cuentan con todos los permisos del Estado, se pueden presentan conflictos sociales y el Estado no respalda a la empresa, a pesar de haber otorgado el permiso y visto bueno al plan técnico, y esta debe enfrentar sola ese conflicto.

Debemos ver estos temas con el fin de volvernos más competitivos y, especialmente, poner la mira en el tiempo. Por ejemplo, en Chile desde el momento que la empresa decide perforar hasta tener una máquina de perforación operando, un permiso de exploración puede tomar tres a cuatro meses; mientras que en el Perú puede tomar un año y medio; entonces, el tiempo que se demora explorar un proyecto en el Perú se puede explorar 6 en Chile.

Estas son situaciones que nos vuelven menos competitivos y atraen menor inversión, especialmente de la inversión de alto riesgo que es la que necesitamos en la exploración para poder sacar los proyectos que estaremos explorando, construyendo y minando en las próximas décadas.

Entonces, ¿comparte la opinión que a un proyecto de exploración no se le puede exigir los mismos permisos que un proyecto de explotación?

Estoy muy de acuerdo con eso. Se tiene que llegar a un consenso que sea razonable y se debe evitar llenar de burocracia y papeleo todo el proceso de exploración.

Las estadísticas indican que la mayoría de los proyectos de exploración no llegan a ser perforados, pero cuando se decide perforar, la mayoría de esos proyectos no superan los cuatro o cinco sondajes; por ello, la afectación al medio ambiente no es tan significativa y los controles ambientales son relativamente fáciles de llevar a cabo y fiscalizar.

Estoy muy de acuerdo que conforme va creciendo el proyecto hay que ir aumentando las medidas de permisos y de protocolos; pero si se pone una carga parecida de “permisología” a un proyecto de exploración donde la intención es poner un sondaje de perforación para testear la zona y tener una idea y ver si hay algo interesante frente a una empresa que ya está definiendo un recurso, hay algo que está mal en el sistema.

¿Qué hace falta para lograr que las autoridades y las comunidades entiendan que la exploración requiere otro trato?

Creo que para empezar a cambiar la opinión social sobre la industria minera, las empresas y el Gobierno deben trabajar un mensaje positivo y realista sobre los beneficios de la minería; así como presentar cuáles son los problemas reales de la industria y explicar el por qué un futuro sostenible necesita de la minería.

Ocurre que la opinión pública de alguien que no tiene una conexión con la industria minera, en promedio, suele ser negativa; entonces, hay un problema de desconocimiento y falta de información puesta por el lado de la industria y del Gobierno.

Asimismo, desde hace muchos años venimos buscando que el Estado y los políticos bajen el número de regulaciones y logremos ser más competitivos; no obstante, cuando el Estado tiene que enfrentarse a un grupo de la población que se opone a la actividad, no lo hará porque son políticos. Por ello, lo que necesitamos es convencer a la población y dar un mensaje conjunto y real y ese mensaje con el tiempo permitirá que la población vaya aceptando a la minería, o que por lo menos escuchen las dos partes y puedan tener una opinión informada.

Creo que ahí vamos a poder ir al Estado y decirle que baje las regulaciones porque ya no se está enfrentando con la gente; y para mí será la forma más eficiente de poder lograr esos cambios en regulaciones, en que se impulsen más proyectos mineros que tenemos parados en tantas partes del Perú.

¿Cuáles considera son las principales características de la exploración en la nueva década?

La exploración en la nueva década por el lado técnico tiene varios nuevos retos que los estamos empezando a entender ahora; pero no hemos logrado descifrar tales como explorar a mayor profundidad, explorar bajo cobertura post-mineral, explorar en zonas de mayor vegetación, o entrar a nuevas jurisdicciones, acciones que no han sido necesarias atacar en el pasado porque teníamos muchos yacimientos cerca de la superficie, en zonas desérticas; entre otros.

También va a ser caracterizado por un nuevo juego de elementos que exploramos; entonces, hoy por hoy, cosas como el litio se vuelven mucho más relevante que en el pasado y todo esto tiene que ver con el futuro sostenible y la necesidad de baterías para almacenar energía; etc.

De igual forma vamos a tener más competencia, porque se están abriendo nuevas jurisdicciones que hace 10 o 20 años no eran tan amigables a la minería como son Ecuador y Colombia; y que muchas empresas están yendo a querer explorar y tomar posiciones en esos países, esto significa que la competencia por la inversión se incrementa y debemos ser aún más competitivos.

Creo que serán momentos de cambios y tenemos que estar bien preparados para poder enfrentar y lo principal que tenemos que tener en cuenta para volvernos competitivos en este escenario es que necesitamos tener una mayor cercanía con la población en general y dar una mejor imagen de la industria, un mensaje conjunto que nos pueda llevar a ser más competitivos y que más proyectos salgan adelante; por ende, que haya más inversiones en exploración y más recursos para el país que permita cerrar las brechas.

¿Qué mensaje espera que se lleven los participantes al finalizar el proExplo 2021?

Espero que los participantes se lleven que la exploración es el punto de partida de toda la industria minera.

Hoy por hoy, tenemos varios retos que tenemos que sobrellevar y trabajar para volvernos más competitivos como industria minera y esto va a generar que más empresas decidan invertir en nuestro país.

Mientras haya más inversión en exploración en nuestro país y crezcamos en innovación y nos volvamos más competitivos vamos a tener mayor éxito y esto nos va a llevar a poder proveer al mundo con nuevas minas, con nuevos yacimientos, nuevos descubrimientos que puedan sostener la economía y volvernos una sociedad más sostenible y amigable con el medio ambiente por las próximas décadas.

En promedio una mina demora entre 15 a 20 años desde el momento que se descubre el yacimiento hasta que se empieza a minar; entonces tenemos que pensar que lo que exploramos hoy será una mina que deberá responder a la demanda de la sociedad dentro de 15 o 20 años no a la sociedad de hoy; entonces estos espacios como proExplo 2021 nos invitan a reunirnos para a debatir ideas, a ver cómo mejoramos como país, como industria y como exploradores.